Como ya dije antes, este mes estoy haciendo un curso de equitación, así que voy a ir haciendo resúmenes de las clases para recordar más adelante, más que nada.
Este sábado también fue bastante productivo para mí, aunque no para montar en sí, si no para aprender un poco más también de los cuidados que tiene que recibir. Cuando llegué a donde están los caballos, la profesora estaba dando clase a un grupo de niños que aprenden a cuidar a los caballos. El sábado tocó vacunación, algo realmente interesante para mí porque no sabía dónde había que pinchar a un caballo, y para desparasitarlos y todo eso creo que hay que pincharlos.
Cuando acabaron de vacunar al paciente, los niños nos acompañaron a por los caballos, nos enseñaron como teníamos que llevarlos de ramal hasta el picadero, y una vez allí nos dijeron como teníamos que preparar la silla y cómo subirnos al caballo. La verdad es que es cómico ver a tres retacos de 10 años que te llegan por la cintura enseñarte a manejar un animal que es más grande que yo. Y a pesar de que no me gustan los niños, me gustó que me enseñasen.
En cuanto a la clase en sí, hicimos prácticamente lo mismo que el otro día, pero trotando durante más tiempo, y cuando más o menos dominamos el trote inglés, cambiamos al trote español, que es en el que no te tienes que levantar de la silla, si no simplemente intentar botar lo menos posible acompañando a la silla con la cadera. Y eso es más difícil que el inglés, o al menos eso me pareció. Será todo cuestión de práctica, supongo.
Después de la clase, algunos niños que quedaban por allí de la clase anterior nos enseñaron a bajarnos del caballo, limpiarles los cascos, meterlos en el box y quitarles los aparejos. Bueno, parte de esto ya nos lo habían dicho la semana pasada, pero nos lo repitieron ellos.
Esta semana cambiamos la clase del sábado al domingo, porque el sábado hay una competición por la mañana y vamos a dejar descansar a los caballos por la tarde. Nos dijo la profesora que si queríamos y el tiempo acompañaba nos sacaba a dar un paseo por el monte que hay en los alrededores del centro. También nos dijo que sería al paso todo el tiempo, pero bueno, qué se le va a hacer. A ver si no se me complican unos asuntillos que tengo pendientes y puedo ir.
Bueno, pues éste fue el resumen de mi segunda clase, si voy a la tercera (espero que sí) lo contaré la semana que viene.
Este sábado también fue bastante productivo para mí, aunque no para montar en sí, si no para aprender un poco más también de los cuidados que tiene que recibir. Cuando llegué a donde están los caballos, la profesora estaba dando clase a un grupo de niños que aprenden a cuidar a los caballos. El sábado tocó vacunación, algo realmente interesante para mí porque no sabía dónde había que pinchar a un caballo, y para desparasitarlos y todo eso creo que hay que pincharlos.
Cuando acabaron de vacunar al paciente, los niños nos acompañaron a por los caballos, nos enseñaron como teníamos que llevarlos de ramal hasta el picadero, y una vez allí nos dijeron como teníamos que preparar la silla y cómo subirnos al caballo. La verdad es que es cómico ver a tres retacos de 10 años que te llegan por la cintura enseñarte a manejar un animal que es más grande que yo. Y a pesar de que no me gustan los niños, me gustó que me enseñasen.
En cuanto a la clase en sí, hicimos prácticamente lo mismo que el otro día, pero trotando durante más tiempo, y cuando más o menos dominamos el trote inglés, cambiamos al trote español, que es en el que no te tienes que levantar de la silla, si no simplemente intentar botar lo menos posible acompañando a la silla con la cadera. Y eso es más difícil que el inglés, o al menos eso me pareció. Será todo cuestión de práctica, supongo.
Después de la clase, algunos niños que quedaban por allí de la clase anterior nos enseñaron a bajarnos del caballo, limpiarles los cascos, meterlos en el box y quitarles los aparejos. Bueno, parte de esto ya nos lo habían dicho la semana pasada, pero nos lo repitieron ellos.
Esta semana cambiamos la clase del sábado al domingo, porque el sábado hay una competición por la mañana y vamos a dejar descansar a los caballos por la tarde. Nos dijo la profesora que si queríamos y el tiempo acompañaba nos sacaba a dar un paseo por el monte que hay en los alrededores del centro. También nos dijo que sería al paso todo el tiempo, pero bueno, qué se le va a hacer. A ver si no se me complican unos asuntillos que tengo pendientes y puedo ir.
Bueno, pues éste fue el resumen de mi segunda clase, si voy a la tercera (espero que sí) lo contaré la semana que viene.
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