Por fin estoy acabando las clases de este año. Crei que ellas iban a acabar conmigo, pero parece que no va a ser así. Aunque aún pueden.
El caso es que suelo echar bastante bien las cuentas a la hora de planificar los periodos de exámenes, aunque a veces me resulta difícil. Pero esta vez no es que me resulte difícil, es que me resulta imposible. No tengo ni idea de cuándo me voy a poner a estudiar en serio, y tengo el primer examen el lunes. Y el segundo el miércoles, el tercero el viernes... Prefiero ni pensarlo.
Si creyese en dios le pediría ayuda, pero como no es el caso, tendré que apañarmelas solo.
7 de junio de 2006
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