10 de julio de 2007

Final de una etapa y comienzo de otra

La semana pasada, con el final de mes y de curso académico, acabó una buena etapa de mi vida y empieza otra que espero que sea tan buena o mejor: acabé mi periodo como becario en la E.U. de Magisterio, y empiezo mi primera experiencia en empresa con seresco.
Me dio un poco de pena dejar la beca porque siempre se reconoció mucho mi trabajo durante todo el período que estuve con ellos. La verdad es que hice bastantes cosas que quitaron mucho trabajo que habría que haber hecho si se siguiesen haciendo las cosas como se hacían, pero para eso estamos los informáticos, ¿no? Lo mejor es que todo el mundo se mostró muy agradecido y estoy muy contento de haber encontrado buena gente en general, dentro y fuera de la Escuela. Lo peor de esa etapa con mucha diferencia es el dinero. Por 235.20 euros al mes no me hubiese merecido la pena hacer ni el 30% del trabajo que hice, pero cuando no se sabe decir que no y además reconocen tu trabajo tiras como sea. El balance al final fue positivo porque además de reconocerseme el trabajo y cobrar esa miseria también gané en conocimientos y algo en experiencia de algunas cosas.
En la empresa empiezo en agosto finalmente, pero lo bueno es que empiezo. Como le digo a la gente, me dieron las vacaciones por adelantado. Llevaba unos cuantos veranos sin muchas vacaciones con el tema de trabajar en la construcción para llenar las arcas para el resto del año, así que un pelín más de relajación no me viene mal. Ahora por las mañanas me dedico al proyecto, y por las tardes estoy de vacaciones.
El trabajo que me ofrecieron es en el departamiento de investigación y desarrollo de seresco, y la verdad es que me hace bastante ilusión empezar en algo que no sea picar código de gestión, que es como se suele empezar. Las condiciones son bastante buenas teniendo en cuenta la situación en la que me encuentro y las ofertas que se ven por ahí, así que eso también me echa bastante palante y me da una dósis de optimismo laboral.
Lo peor de todo es que cuando empiece a trabajar, tendré que llegar a casa, comer y ponerme a trabajar en el proyecto, con lo cual el mes de agosto por lo menos lo tendré bastante liado. Todo sea por intentar la (im)posible entrega del proyecto en septiembre y quitar de delante ya los estudios por un tiempo, o por lo menos los estudios oficiales.