23 de diciembre de 2008

Ladrones

Últimamente parece que estoy tomando contacto con la realidad. Es como cuando te estás haciendo mayor. Descubres nuevas sensaciones, nuevos retos, nuevos marrones... En fin, el mundo real en todo su esplendor.
Pues bien, últimamente me está tocando, entre otras cosas, descubrir la sensación de que te roben algo. Y no es nada agradable, la verdad. Cuando no tienes nada, nada te pueden robar. Yo hasta hace poco nada tenía, era todo de mis padres o de alguien que me lo prestaba, el coche, la casa, los caballos, todo. Yo tenía un ordenador, bien guardadito en casa, y lo que llevaba encima o guardaba en casa.
Los hurtos empezaron a acercarse a mí hace algo menos de un año. Un domingo llegué a la finca de Caballoastur y, cuando entré al guardarnés, me encuentro la pared de atrás (de madera y chapa) rota y todo revuelto allí dentro. Evidentemente faltaban varias sillas de montar y algunas cosas más. Llamamos a la guardia civil, pusimos la correspondiente denuncia y ahí la tenemos, pero de las sillas ni rastro.
Al poco tiempo, un día me llamó Isabel, una socia, diciéndome que faltaban los 4 ponies que teníamos en una finca, que estaba la portilla abierta y que posiblemente los hubiesen robado. Finalmente no habían sido robados, pero los últimos tardaron casi 5 meses en aparecer. Y unos días antes de aparecer los ponies, Bruma se salió de la finca donde estaba y alguien pasó por allí y se lo llevó. A día de hoy lo único que sabemos es que algunos vecinos vieron a un chico joven pasar con él por el pueblo, pero la gente no pensó que fuese un caballo robado, lógicamente.
Hasta ese momento todo lo que me había tocado había sido de refilón, nunca me habían robado a mí en concreto. Pero hace unas dos semanas, cuando bajé por la mañana para ir a trabajar, salí del portal y me encontré la moto sin espejos retrovisores. Aún así subí en ella a trabajar, y cuando llegué arriba me dí cuenta de que también le faltaba el tapón de rellenado del aceite, con lo cual tenía toda la pernera llena de aceite y un marrón encima de la leche, porque estaba lloviendo y tenía miedo a que me entrase agua en el motor o a haber quedado sin aceite. Al final ni una cosa ni la otra, tapé como pude el agujero para que no cogiese agua y cuando salí de trabajar miré el aceite y todavía estaba dentro de los márgenes, así que el final fue por lo menos medio feliz.
La sensación de que te hayan robado es muy extraña, no sé cómo explicarla. Al final lo que menos me importaba en este caso era el valor de lo robado, que no era mucho, si no la ofensa que me habían hecho. Es una mezcla de rabia e impotencia, de "como lo coja se va a comer los espejos, pero sin dientes, porque se los voy a tirar antes". Y a la vez es como si no lo acabases de creer, como si los fueses a encontrar colgados en la manilla de la puerta al volver a casa.
Al final el robo me costó unos 50 euros entre espejos, tapón y cambio de aceite (tenía 20kms el aceite, lo había cambiado el día antes). Al ladrón le podrá reportar unos beneficios de unos 10 euros, porque dos espejos que cuestan nuevos 20 euros y un tapón que debe costar 3 euros no creo que lo vendiese por mucho más. Yo por 10 euros no me arriesgaría a que me pillase un dueño cabreado, aunque el dueño fuese como yo :-) . Pero bueno, lo más probable es que fuese algo personal, algún vecino o algo así.
De todas formas, fuese por lo que fuese, espero que el que me los robó tenga que gastar el doble de lo que me costó a mi la broma, en medicamentos. Eso sería para mí un buen castigo. Para él y para el malnacido que nos robó a Bruma.

1 de diciembre de 2008

A matanza do porco

Este fin de semana estuve haciendo algo que me trajo muchos recuerdos: la matanza.
Hacía muchos años que no participaba en una matanza de verdad. Últimamente nuestras matanzas empezaban el segundo día, porque los cerdos venían muertos y abiertos a la mitad del matadero, por lo tanto nuestra labor empezaba ahí, en el momento de empezar el segundo día, descuartizar, preparar la "zorza" para los chorizos, salar los huesos y los lacones, congelar solomillos y lomos, etc.
Pero este año fuimos a casa de mis tíos a ayudarles en la matanza completa. Hacía muchos años que no vivía el primer día de matanza, el acto de sacar a los cerdos de la cuadra y matarlos. Al menos 8 años debía hacer. Además, como hacía tantos años, nunca me había tocado participar en el proceso por ser pequeño todavía cuando dejamos de hacerlo. Me había tocado algo de echar agua a los que estaban pelando, pero nunca ayudar en el proceso completo. Este año, salvo el puro hecho de matar y sangrar al cerdo, que queda en manos más experimentadas, al resto arrimé el hombro como el que más (dentro de lo poco que sabía, claro).
Todavía recuerdo ese miedo a que se levantase el cerdo que nos invadía a mí, a mi hermana y a mis primos cuando éramos unos canijos y bajábamos a mirar (muy de lejos) cómo lo pelaban. Evidentemente en el momento de matarlos estábamos a años luz del lugar del delito por si se escapaba y nos comía, y porque gritaban mucho, sobre todo en casa de mis tíos, que los colgaban antes de matarlos y los sangraban directamente. Ahora es distinto, mucho mejor, porque es obligatorio insensibilizarlos con una especie de disparo en la cabeza antes de sangrarlos, para que no sufran. En casa de mis abuelos siempre se hizo esto (a lo tradicional, claro), pero en muchas zonas se pensaba que los cerdos sangraban peor si estaban atontados y no se les hacía.
A matanza do porco es una tradición bastante arraigada en galicia, y también en Asturias, donde se le llama SanMartino (en Galicia también se llama SanMartiño en algunos sitios), que indica la época del año en la que se suele hacer, después de San Martín. No es una fiesta, pero suele ser una reunión social animada donde todo el mundo colabora haciendo lo que puede a cambio de la comida, la bebida y una buena charla en la sobremesa. Es como una fiesta, pero trabajando. Y evidentemente, los peor parados son los cerdos.

10 de noviembre de 2008

Por fin se acabo (A.K.A.: ya soy ingeniero)

Retomo el blog desde hace mucho tiempo ya para dar una buena nueva. Ya soy Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas desde el día 24 de Septiembre en el que Pablo y yo presentamos nuestros Proyectos Fin de Carrera en la EUITIO. No sé para qué me sirvió, porque no cambió nada más, solamente me quité la espinita (más bien espinota, pero bueno), que tenía clavada. Aunque en realidad sólo por la tranquilidad de conciencia ya merece la pena, era algo que me debía a mí y a muchos más.
La verdad es que éste fue un verano muy duro. Desde mediados de mayo más o menos estuvimos reuniéndonos a diario para obligarnos a trabajar mutuamente, porque ninguno de los dos sacaba tiempo para dedicarle al PFC. La verdad es que esto nos funcionó bastante bien, porque el día que no tenías ganas de trabajar, como tenías que ir allí igual, acababas trabajando también. A mediados de Agosto empezamos a estirar más las tardes (hasta las 10-10.30 todos los días) y a finales de Agosto empezamos a estirar también los fines de semana. El primer fin de semana de septiembre, como ya acariciábamos el final (sólo quedaba acabar la documentación) hicimos un maratón hasta las 5 de la mañana del sábado y hasta las 3 del domingo más o menos.
Al final llegamos sobrados a encuadernar, nos sobraron 5 minutos más o menos, y más de dos horas para entregar los tomos en secretaría (si yo no sé por qué nos apuramos tanto) :-). También nos sobró un cuarto de hora más o menos desde que acabamos de codificar hasta la presentación.
Teniendo en cuenta todo esto, os podéis imaginar cómo salió la presentación. Después de toda clase de problemas de última hora, los problemas en la presentación siguieron brotando como buenas aplicaciones en fase beta (quizá beta sea mucho) que presentábamos. El resultado fue mucho mejor de lo esperado después del desastre de la presentación, nos pusieron un sobresaliente (9) y nos felicitaron por la osadía de presentar un proyecto tan ambicioso.
El caso es que ya se acabó, ahora ya no tendré que aprobar más exámenes oficiales, aunque también se acabó la buena vida del estudiante. Pero bueno, no me quejo de la parte que me toca en la vida laboral (de momento). Una pregunta típica que me hace la gente es si tengo pensado seguir estudiando. De momento no, porque además no sé lo que nos deparará el futuro con tanto ministro impresentable que hay últimamente.
Por lo demás me va todo bien. De lo que me pasó interesante hablaré o explicaré cosas más adelante, de lo que no fue interesante no merece la pena escribir. Como resumen, decir que Pedricera ya está en su nueva casa muy feliz, ya tiene una caseta y todo, que la moto estuvo todo el verano de vacaciones en Galicia, en el taller, y que estuve de vacaciones con Euge en Lanzarote a principios de verano y lo pasé de vicio por allí.

9 de abril de 2008

Nuevo hogar para Pedricera


Pedricera es una bonita yegua torda que adopté el pasado mes de diciembre, como ya dije antes. Aún tengo pendiente escribir una entrada sobre ella, pero últimamente casi no tengo tiempo ni para respirar, así que tendrá que esperar un poco.

Cuando decidí adoptarla, en diciembre, empecé a hacer gestiones para buscarle un sitio, a la vez que ella se iba deshermanando poco a poco de Hechicero, su compañero fiel de toda la vida. Y finalmente, el sábado 29 de marzo por la mañana cruzamos desde la finca de Caballoastur en Argüelles hasta Celles, una parroquia muy cercana a Pola de Siero.

Tenía ganas de llevarla a un sitio donde pudiese pacer todo cuanto quisiera, porque últimamente estaba bastante flaca y en las fincas de la asociación, como hay muchos caballos ahora mismo y como consecuencia poca hierba, es muy difícil engordarla. Ahora poco a poco se le va notando que engorda, y creo que no tardando mucho volverá a estar como cuando llegó a la asociación. Tiene una barriga como si estuviese preñada, es lo que tiene pasar todo el día paciendo...

Los inicios siempre son duros, y esta vez no iba a ser de otra forma. Los primeros días me daba mucha pena dejarla allí, porque se veía que estaba nerviosa y triste sin la compañía de otros caballos. Pedricera es una yegua que nunca vivió sola, y se notaba mucho que necesitaba compañía. Según me decían, se pasaba las horas debajo de un árbol al lado del camino, porque al otro lado hay un potro en otra finca. Me daba pena verla tan apagada, pero cada vez que iba me recordaba que el cambio era para mejor, y era lo que ella necesitaba. Poco a poco ya se va acostumbrando y va estando mejor. Ahora ya se pasa las horas paciendo, que es lo que tiene que hacer, y se le nota bastante. Y además, come la ración de pienso completa sin problemas, que el primer día no comió ni la mitad.

El campo que me dejaron está dividido en dos parcelas: una más pequeña cerca de la casa de los dueños y otra más grande allí al lado, separada por una franja de campo de unos 30 metros de ancho. En la parte de abajo tengo previsto hacerle un pequeño refugio para que pase el invierno y tenga donde guarecerse, y en la parte de arriba (donde está ahora) pasará todo el tiempo que pueda en verano, porque es donde me queda el agua más a mano. La verdad es que tuve suerte, porque el alquiler me sale gratis, así que una vez que engorde y se ponga bien no me saldrá demasiado caro mantenerla, porque con la hierba de los dos campos y un poco de pienso y hierba seca se mantendrá fuerte y sana si todo va bien.

Espero poder actualizar el blog dentro de poco y explayarme en condiciones sobre Pedricera, su historia, su caracter...

16 de febrero de 2008

Ordenando el ordenador

Con tantos Gigas y Gigas en los ordenadores actuales (y en los no tan actuales también) se pierden las buenas costumbres de mantener los documentos personales localizados y debidamente ordenados. Y más cuando empezamos a tenerlo todo en formato digital. Que si libros, que si fotos, que si música, que si documentación de no se qué, que si videos (propios, no películas ni nada de eso). Al final te encuentras con un montón de carpetas y con la información desperdigada entre el escritorio, la carpeta de documentos, la de fotos, la de archivos del msn, la de descargas, la partición de datos... Además las herramientas web "2.0" como flickr, picassa, etc, al final lo que hacen es añadir un sitio más donde perder tus documentos.
Hace un año y medio, cuando compré el móvil que tengo actualmente, escribí una tarea que decía: "Ordenar datos del disco viejo para particionarlo bien". Bien, pues la tarea sigue ahí, con su prioridad baja, yo ya me compré otro ordenador y el disco sigue teniendo sus dos particiones windows y dos linux, las mismas que tenía cuando instalé el nuevo. Y lo peor es que ahora, además, debería agregar otra tarea que dijese lo mismo pero para el disco nuevo, y como siga así dentro de poco otra para el portátil.
¿Pero no es un ordenador? ¿Entonces por qué tengo que ordenarlo, es que no sabe hacer nada sólo?
Afortunadamente, algún iluminado pensó: Si buscando en la web encuentras casi siempre lo que buscas, ¿cómo no lo vas a encontrar en un solo equipo? Y supongo que así se empezarían algunos proyectos que hace tiempo que intentan revelar la búsqueda en el equipo, como Beagle o Google Desktop, que teóricamente funciona igual de bien que google pero en tu equipo. Estos sistemas intentan reemplazar y mejorar a los clásicos Buscar archivos y carpetas de Windows o al típico find -name de linux, permitiendonos buscar en los metadados de imagenes, en nuestras agendas de contactos, en nuestro historial de navegación, conversaciones de mensajería instantánea... La verdad es que no se si consiguen su propósito o no, a tanto desorden no llego, pero puede que en un futuro no muy lejano todos nos veamos buscando con google casi todo lo de nuestro equipo. O incluso encontrándonos a nosotros mismos, quién sabe.

7 de febrero de 2008

¿Dónde están mis teclas?

Pues eso me llevo preguntando unos días. Estoy muy contento con el portátil excepto por un pequeño problema: el teclado cambia bastante con respecto al de un PC "normal".
¿Que por qué? Pues a simple vista la verdad que sí que nos lo podríamos preguntar. Es verdad que tiene las teclas separadas en vez de unidas como la mayoría de los portátiles, pero por lo demás, parece un teclado normal.
Pues bien, sólo lo parece. Porque en el momento en el que te pones a picar código en el Visual Studio, te empiezas a dar cuenta de que la tecla Suprimir no está. Luego, resignado, sigues dándole al código y de repente... Vaya, si tampoco está Inicio, ni Fin.
Pues vaya percal. El caso es que me pongo a googlear y llego a este magnífico post en el que otro sufridor explica con todo lujo de detalles las combinaciones de teclas y la configuración necesaria para nosotros, los switchers (así es como nos llaman a los que nos convertimos de windows a mac, aunque en mi caso ya estaba previamente convertido a linux, así que no sé si soy medio switcher o doble switcher, la verdad). El tema es que el paciente redactor de ese blog hizo todo un señor artículo ante el que me quito el sombrero, y ahora ya sé que Inicio y Fin se consiguen con la tecla Funcion (Fn) y las teclas de navegación, y que Suprimir también se consigue con Fn + Borrar (<--).
Por la tarde llego a casa todo feliz, arranco el equipo para ponerme a trabajar y con unas ganas locas de probar mis nuevos atajos (por fin voy a recuperar el suprimir), arranco Windows, el Visual Studio... y no funciona. No funciona ninguno de los atajos válidos para Mac OS X. Y eso que en los foros y en algún que otro blog se cansan de poner que también funciona en Windows. Estuve mirando configuraciones por ahí, pero no encuentro nada, así que hasta que dé con una solución me tendré que apañar como pueda.
Una posible solución podría ser usar el programa que se comenta en el post que dije antes, pero tiene el problema de que sólo mapea una tecla con una función, y no me quedan teclas libres en el teclado, así que de momento lo descarto, si no tendré que sacrificar alguna, ya veremos cuál.

1 de febrero de 2008

Novedades

Últimamente estoy un poco vago en cuanto a la actualización del blog. Desde noviembre sin actualizar... Novedades tengo muchas, unas más frescas que otras.

Entre otras cosas, últimamente me pasó todo esto:

- Tengo una nueva ahijada. Se llama Pedricera y es una bonita yegua torda española de línea cartujana de unos 17-18 años que llegó a Caballoastur desde Castellón, y que se quedará conmigo espero que muchos años. Pero sobre esto ya me extenderé más.

- Los reyes magos vinieron cargados, ahora estoy equipado para montar a caballo casi al completo. Tengo silla nueva, sudadero, cepillos varios, guantes, ramal, además del resto de equipación que ya tenía de antes. Ahora me toca buscarle un sitio a la silla y engrasarla bien, para que se conserve bien y ablande un poco, que está bastante dura aún (como todas las sillas nuevas).

- El jueves pasado, al fin, conseguí que me llegase mi nuevo MacBook, después de un pequeño rifi-rafe con la compañía de mensajería y por extensión con Apple. Al final, después de estudiar un poco el mercado de portátiles, estuve en dudas principalmente entre el Dell XPS M1330 y el MacBook básico con ampliación a 2 Gb de memoria y 120Gb de disco duro. Siguiendo los consejos de casi todo el mundo, al final me decanté por el MacBook, y de momento estoy bastante contento, aunque el jueves fue la primera vez que tuve contacto con un Mac OS X. Estos días le instalaré en otra particion Windows XP con Visual Studio para desarrollar el proyecto, pero para los trabajos comunes intentaré usar Mac OS, porque me tiene bastante buena pinta. Más adelante habrá que poner también una Ubuntu o algo así, y así ya tengo el trío, como los de telefónica.

Espero actualizar un poco más el blog, en cuanto tenga un poco de tiempo (y ganas) escribiré un artículo sobre Pedricera, e iré contando mi progresión con el Macbook.