14 de noviembre de 2006

Fin de semana en el SIMO

Este fin de semana me fui con Pablo al SIMO. La verdad es que llevaba varios años que si voy que si no voy, aunque normalmente no me planteaba muy seriamente ir porque nunca me hablaron bien de esa feria. Pero este año, al final y a última hora, nos decidimos a ir.

Lo peor de todo fue el viaje, sobre todo el de ida. Salimos de Madrid el viernes a las 12.30 de la noche en autobús, y llegamos a Madrid sobre las 7 de la mañana. Lo peor es que el autobús iba lleno, y a mí me tocó el asiento del pasillo y casi me disloco el cuello al caerme la cabeza cuando me dormía. Cuando llegamos a Madrid, cogimos el metro y fuimos hasta la zona del IFEMA. Allí hicimos un poco de tiempo, desayunamos y entramos a la feria. Al final de la tarde, cogimos otra vez el metro hasta la estación, y salimos de Madrid otra vez en ALSA a las 8 de la tarde. Todo un palizón, que acabó a la 1 y media de la mañana cuando llegamos a Oviedo. Menos mal que para volver venía el autobús casi vacío y pude dormir un poco.

En cuanto a la feria, la verdad es que me gustó. Había muchas cosas puramente comerciales, pero también había cosas interesantes. Lo mejor de todo, para mí, la zona del vivero. Había varias empresas de nueva creación interesadas en la domótica, y se podían vislumbrar tendencias.

Lo de la domótica fue una sorpresa bastante grata. Como es la asignatura fuerte que tengo hasta ahora, me está gustando bastante, y en la feria pude ver algunas cosas interesantes, y como las empresas empiezan a apostar por ella. Había un stand domotizado que estaba bastante bien, con unos cuantos paneles domóticos y una pantalla táctil desde la que podías controlar toda la vivienda. Y funcionaba. Y en general había bastantes cacharros para la domótica.

Lo que estaba hasta en la sopa, el móvil. Sobre todo cacharros conectables al movil o PDA por bluetooth para hacer miles de cosas. También había muchos dispositivos "IP", esos que ofrecen control remoto y conectividad por IP, desde cámaras de seguridad hasta televisores, si no recuerdo mal.

Lo más friki, el patinete motorizado que se conducía desde un mando a distancia de esos con forma de pistola. Cuando pasamos estaba probandolo un chaval que casi organiza una desgracia entre el público, pero luego se puso el chino que lo estaba exponiendo y la cosa cambió, ya parecía hasta útil y todo, jeje.

Una cosa que me pasó completamente desapercibida fue el famoso pabellón e-life. Hicimos una pasada rápida por él después de comer, y por lo que vimos no tenía mas que ordenadores con juegos, con internet, consolas, televisores y proyectores, aparte de los típicos stands gigantes de publicidad que había en todos los pabellones. Bueno, también estaba el equipo del doctor Yell para asistir a los desvalidos tecnológicamente, pero yo no pude disfrutar de ellos porque creí saber todo lo que explicaban.

¿El resultado? Una buena experiencia, un cansancio terrible, una visita a la capital y una bolsa llena de panfletos, de la que a lo mejor se puede sacar algo interesante cuando quiera comprar algún cacharro un tanto extraño que no se encuentre fácilmente en las tiendas de por aquí. Bueno, y un puñado de fotos que mi cámara se negó a descargar hoy, a ver si mañana hay suerte y puedo subir alguna a flick para enlazarlas aqui.

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