El faro no sirvió de nada

Seguimos con malas noticias. Ésta vez el faro de ribadeo no sirvió de nada, no pudo evitar que la lancha se hundiese al chocar contra las rocas el lunes pasado. Probablemente el accidente haya sido causado por un fallo en el motor de la barca, que quedaría a merced de las olas, que a juzgar por las imágenes que salieron en la tele eran bastante fuertes en esa zona.

Al final ayer por la tarde encontraron al marinero que faltaba, el hijo del armador, de solo 19 años. Eran familiares lejanos míos, y aunque no los conocía parece que la catástrofe te coge más de cerca, porque mi madre sí los conocía, y estábamos esperando a que encontrasen al chaval con bastante ansia. Finalmente ayer, cuando estaban enterrando a su padre, apareció, bastante cerca de donde se hundió la barca, al otro lado de la isla pancha.

Son los peligros que tiene el mar. Puedes estar toda una vida pescando en el mismo sitio, y un mal día tienes un accidente y allí te quedas, por mucho que sepas y por mucho cuidado que tengas. Una mala jugada y adiós.